Parcela en suave ladera rodeada de aromáticas, almendros silvestres, endrinos y alguna encina. Suelo oscuro principalmente arcilloso con piedra caliza en superficie y franco en profundidad.

Parcela en suave ladera rodeada de aromáticas, almendros silvestres, endrinos y alguna encina. Suelo oscuro principalmente arcilloso con piedra caliza en superficie y franco en profundidad.

Un viñedo asentado sobre una media ladera a modo de Grand Cru con suelo muy pobre, poco profundo y extremadamente calcáreo. Gran contenido de carbonatos cálcicos. En sustratos y en profundidad encontramos piedra caliza donde en ocasiones sale en superficie. Precisión de la mineralidad que define un vino profundo y complejo.

El Barranco de San Julián es el viñedo especial de la familia. Un bonito y antiguo viñedo dibujado en ladera medianamente pronunciada en la parte superior del barranco. Suelo pobre y deficitario con gran carga de arcillas y piedras calizas en estratos. Poca profundidad apareciendo en superficie grandes piedras calizas.

Impregnado por la gran cantidad de aromáticas que se encuentran ya que estos barrancos son reservorios de especies de flora y fauna silvestre funcionando como corredores biológicos y actuando también como barreras naturales y como tal un viñedo condicionado también por el microclima que se crea en estos accidentes geográficos.

Una parcela histórica de 1910 que se nos presenta a media ladera al este, con una composición de arcillas y calizas importantes y canto rodado sobre la roca madre. Elementos que van a definir un desarrollo equilibrado de la planta y una adecuada regulación hídrica durante todo el ciclo. Suelos que aportan la finura de la estructura.

Viura y malvasía sobre suelo blanco con carga de caliza activa.
Ladera pronunciada donde puede haber cierto estrés que la viura maneja bien para dar acordes enérgicos y tensionados. La cercanía al dolmen le da su nombre.